Nuestros amigos del pueblo nos comenzaron a llamar así por nuestra capucha. Nacimos porque en 1525 un grupo de hermanos, guiados por el entusiasmo y la fe, continuaron la aventura de vivir la vida y regla de San Francisco con toda su pureza, inocencia y simplicidad.
Como Francisco vamos por el mundo anunciando la Buena Nueva, enseñando a orar, viviendo en fraternidad y minoridad como carisma peculiar en la Iglesia.
Queremos vivir ese gran amor de Francisco por Jesús que lo llevó a vivir el evangelio entre los pobres: ¿Te animas? ¡Te lo aseguramos en el Señor que vale la pena dar la vida por este ideal!